Por Judith Martín Lucas[i]
Universidad de Salamanca
Palabras clave: TERI, Inteligencia Artificial, IA, teoría de la educación
En el transcurso de los últimos meses, resulta habitual ver en los grandes periódicos de tirada nacional e internacional titulares en torno a la Inteligencia Artificial y su impacto en el ámbito educativo[1]. También lo hemos podido comprobar en este blog, donde en el último año muchas de las reflexiones publicadas van dirigidas a la reflexión sobre la Inteligencia Artificial (IA en adelante). No es para menos, pues se trata de una tecnología que, al igual que las tecnologías anteriores que utilizamos hoy en las aulas, ha llegado de forma abrupta, sin llamar a la puerta y -recurriendo al lenguaje cotidiano- entrando hasta la cocina. Este texto tratará de abordar este fenómeno desde los retos que presenta la IA en el ámbito de la teoría de la educación.
Tal como se ha señalado en publicaciones anteriores en este medio (Redondo, 2023; García y Pujol, 2023, entre otros), una de las herramientas de IA que más está dando que hablar en el ámbito educativo son los Large Language Models, como el ya conocido Chat GPT (Generative Pre-Trained Transformer). En el ámbito que nos ocupa, el educativo, el problema como siempre no se encuentra tanto en la propia tecnología en sí, sino en la lectura que hacemos de ella, y en que su llegada, prácticamente sin avisar, ha dado lugar a una toma de decisiones rápida y con poca reflexión. Mientras en unos países se ha prohibido su uso (Browne, 2023) en otros se insta a que los docentes modifiquen sus metodologías de aprendizaje (Chiu, et al., 2023). Este hecho unido a la necesidad, como investigadores y docentes, de estar mostrando constantemente nuestra valía, ha provocado que, con la lengua fuera, en el transcurso del último año se hayan publicado numerosas investigaciones en las que tratamos de decir algo novedoso, original, que muestre los horizontes y retos de esta tecnología, o nos indique de qué manera debemos utilizarla más allá del sentido técnico. A pesar de la gran cantidad de literatura al respecto, lo cierto es que todavía no hemos sido capaces de comprender la magnitud de los cambios que provocará esta tecnología. Muestra de ello se puede apreciar en la práctica, pues en muchas ocasiones los docentes improvisamos sobre la marcha a la hora de utilizarla. Mientras unos rehúyen de su uso y vuelven a lo que consideraban tradicional -que ahora parece resultar innovador-, otros tratan de experimentar con ella en una especie de ensayo error que a veces tiene un resultado exitoso, pero que también en otras ocasiones nos lleva a resultados para nada deseados. Algo que no debería resultar sorprendente, pues simplemente, lo que necesitamos en educación es tiempo, las cosas que son complejas necesitan tiempo para ser pensadas. Tiempo para reflexionar con mesura y así poder plantear y llevar a cabo investigaciones que nos permitan indagar -desde la teoría más especulativa hasta la práctica más concreta- en qué medida la IA nos hace repensar los procesos, espacios o las prácticas educativas.
En este sentido, la teoría de la educación, puede -y debe- acoger entre sus investigaciones y reflexiones cuestiones de gran calado pedagógico que plantea la llegada de esta tecnología. Pues sobra decir, que nos guste más o menos, la IA ha llegado para quedarse. En concreto, señalo tres horizontes en los que, con respecto a la IA, la teoría de la educación puede sentirse interpelada, enclavada o demandada en los próximos años.
En primer lugar, desde la teoría de la educación debemos ser conscientes que la IA es una tecnología “actante” (Sadin, 2020), es capaz no solo de comunicarse con nosotros, sino de actuar al margen de cualquier ser humano, de ahí que su estudio deba hacerse más allá de la relación sujeto-objeto (Pattier y Reyero, 2020). Una realidad que nos invita a reflexionar de nuevo sobre cuestiones básicas en teoría de la educación ¿cómo es el ser humano para ser educado en compañía de estos nuevos actantes cognitivos? ¿cómo deberíamos relacionarnos con estos objetos tecnológicos no humanos? ¿qué impacto tiene esta tecnología en las capacidades humanas?
Continuando en esta línea, y situándonos en lo que concierte a los procesos primarios de formación, si entendemos que para estar en el mundo de forma adulta debemos ser capaces de ser autónomos, responsables y desarrollar una capacidad crítica (Biesta, 2023) ¿qué hacer con una tecnología que no nos impone una resistencia y que nos lleva una y otra vez a nosotros mismos? ¿cómo integrar los chatbots en educación sin que socaven la construcción de la capacidad crítica? ¿qué implicaciones educativas puede tener la automatización de algunos de nuestros procesos cognitivos?
Fuente: DALL-E. (2024, julio 3). Ilustración que representa la pregunta: ‘¿Qué hacer con una tecnología que no nos impone una resistencia y que nos lleva una y otra vez a nosotros mismos?’. OpenAI.
En segundo lugar, la IA plantea numerosas cuestiones de tipo ético. Si bien en un principio la ética en torno a la IA se desarrollaba mediante “células de reflexión ética” lideradas por Google, Amazon o Facebook (Sadin, 2020). En la actualidad, podemos decir que, en términos generales la literatura (Coeckelberg, 2020) y normativas reguladoras por parte de organismos internacionales van viendo la luz (Unión Europea, 2024). En educación por el momento tenemos claro hacia donde debemos remar (Alonso-Rodríguez, 2024). Está claro, que, como en otros ámbitos y disciplinas debemos prestar especial atención al componente de una IA fiable (Coeckelberg, 2021), es decir, aquella que cumple con los principios éticos de beneficiencia (hacer el bien y no causar daños); autonomía (preservar la capacidad de actuación humana); justicia (ser justo), y la explicabilidad (operar de forma transparente) (Degli-Esposti, 2023). Ahora bien, ¿cumple estos requisitos la IA utilizada en la práctica educativa? ¿qué dice sobre nuestra propia moral el modo en que utilizamos, nos relacionamos y tratamos a las máquinas? ¿qué ocurre con la protección de datos y la privacidad cuando estas herramientas están programadas para no olvidar?
En tercer lugar, resulta esencial que la teoría de la educación se ocupe de abordar las implicaciones derivadas del uso de tecnologías como el Chat GPT, y lo debe hacer desde una mirada que vaya más allá de lo didactista o instrumental, pues, de lo contrario estaríamos dejando la educación en manos de dispositivos y aparatos que no fueron diseñados para tal fin, un reclamo que vengo haciendo junto con algunos compañeros en los últimos años (Sánchez Rojo y Martín-Lucas, 2021; García del Dujo et al., 2021). En este sentido, desde una perspectiva normativa, la teoría de la educación podría ayudar a los profesionales de la educación a emitir juicios que permitan la reflexión sobre el mejor uso posible de las tecnologías digitales, y así evitar un uso acrítico de estos artefactos. Entre las cuestiones que podríamos abordar al respecto: ¿cómo hacer un uso crítico de la tecnología digital? ¿qué herramientas necesita un profesional de la educación para poder leer de forma crítica las gramáticas que presenta esta tecnología? ¿realmente es necesario hacer uso de la IA en toda acción y práctica educativa?
Fuente: DALL-E. (2024, julio 3). Ilustración que representa a un ser humano aprendiendo junto con nuevos agentes cognitivos como la IA. OpenAI.
Seguramente esta tecnología, que en ocasiones parece hacer magia, pronto la integraremos como algo más en nuestra práctica y dejaremos de considerarla como disruptiva. Ahora bien, mientras tanto, nos corresponde seguir trabajando para dar respuesta a todas estas cuestiones y seguir poniendo la reflexión pedagógica en el estudio sobre su comprensión y la regulación de sus usos.
Referencias bibliográficas:
Alonso-Rodríguez, A. (2024). Hacia un marco ético de la inteligencia artificial en educación. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria. 36(2), 79–98. https://doi.org/10.14201/teri.31821
Biesta, G. (2023). Redescubrir la enseñanza. Morata.
Browne, R. (2023). Italy has banned the first Western county to ban ChatGPT: Here are what other countries are doing. Extraído de: https://www.cnbc.com/2023/04/04/italy-has-banned-chatgpt-heres-what-other-countries-are-doing.html (ultimo acceso 27/06/2024).
Chiu, T.K.F., Moorhouse, L.B., Chai, C.S. y Ismailov, M. (2023). Teacher support and student motivation to learn with Artificial Intelligence (AI) based chatbot, Interactive Learning Environment. Interactive Learning Environments,1-17. https://doi.org/10.1080/10494820.2023.2172044
Coeckelbergh, M. (2020). Ética de la inteligencia artificial. Cátedra.
Degli-Esposti, S. (2023). La ética de la Inteligencia Artificial. Catarata.
García, A.N. y Pujol, F. (2024, 15 marzo). ¿En qué consiste integrar la inteligencia artificial generativa en el aprendizaje? Aula Magna 2.0. Recuperado 27 de junio de 2024, de https://doi.org/10.58079/w0xi
García del Dujo, Á., Vlieghe, J., Muñoz-Rodríguez, J.M. y Martín-Lucas, J. (2021). Pensar la (teoría de la) educación, desde la tecnología de nuestro tiempo. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, 33 (2), 5-29. https://doi.org/10.14201/teri.25432
Gallent Torres, C., Zapata González, A., & Ortego Hernando, J. L. (2023). El impacto de la inteligencia artificial generativa en educación superior: una mirada desde la ética y la integridad académica . RELIEVE – Revista Electrónica De Investigación Y Evaluación Educativa, 29(2). https://doi.org/10.30827/relieve.v29i2.29134
Redondo Duarte, S. (2023, 24 noviembre). Oportunidades y desafíos del uso de Chat GPT en educación superior. Aula Magna 2.0. Recuperado 27 de junio de 2024, de https://doi.org/10.58079/nf78
Pattier, D. y Reyero, D. (2022). Aportaciones de la teoría de la educación a la investigación de las relaciones entre cognición tecnología digital. Educación XXI, 25(2), 223-241. https://doi.org/10.5944/educxx1.31950
Sánchez Rojo, A. y Martín-Lucas, J. (2021). Educación y TIC: entre medios y fines. Una reflexión post-crítica. Educação e Sociedade, 42, https://doi.org/10.1590/ES.239802
Sadin. É. (2020). La Inteligencia Artificial o el desafío del siglo. Caja Negra.
Unión Europea. (2024). Ley sobre Inteligencia Artificial de 19 de abril de 2024. Recuperado de: https://artificialintelligenceact.eu/es/ai-act-explorer/
Cómo citar esta entrada:
Martín Lucas, Judith (2024). Navegando en aguas inexploradas: la teoría de la educación ante la IA. Aula Magna 2.0 [Blog]. https://cuedespyd.hypotheses.org/16269
[1] Sirva de ejemplo: La IA también redefine la formación de posgrado, Una educación más humana en la era de la inteligencia artificial, El gran reto de adaptar la educación a la Inteligencia Artificial, A.I.`friend´ for Public School Students flat.
[i] Profesora Permanente Laboral en el Departamento de Teoría e Historia de la Educación (Facultad de Educación, Universidad de Salamanca).
Doctora en Educación (Universidad de Salamanca, 2021) con premio extraordinario de doctorado. Miembro del grupo de investigación Procesos, Espacios y Prácticas Educativas (GIPEP). Asistente de Edición de Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria.
OpenEdition le sugiere que cite este post de la siguiente manera:
Aula Magna 2.0 (12 de julio de 2024). Navegando en aguas inexploradas: la teoría de la educación ante la IA. Aula Magna 2.0. Recuperado 15 de febrero de 2025 de https://doi.org/10.58079/120f3